Ingredientes
Para el bizcocho:
- 150 gramos de chocolate negro.
- 120 gramos de harina.
- 150 gramos de azúcar.
- 100 gramos de mantequilla.
- 4 huevos.
- 1 cucharadita de levadura en polvo.
Para el relleno:
- Mermelada de albaricoque.
Para el almíbar:
- 100 gramos de azúcar.
- 1 Vaso de vino de agua.
- Ron Negro.
Para la cobertura:
- 150 gramos de chocolate fondant.
- 150 ml. de nata para montar.
- 75 gramos de mantequilla.
Instrucciones
Lo primero que haremos será derretir el chocolate y la mantequilla del bizcocho y lo dejamos templar.
En un recipiente hondo batimos las yemas con la mitad del azúcar, añadimos el chocolate fundido y la mantequilla (no han de estar calientes)
y batimos bien hasta obtener una masa homogénea y ligera. Añadimos la harina (con la levadura) tamizada, utiliza
un colador si no tienes tamizador, y batimos bien.
Montamos las claras a punto de nieve e incorporamos cuidadosamente el resto azúcar, añadimos las claras a la mezcla
anterior y untamos un molde con mantequilla y harina y vertemos la masa con ayuda de una paleta. Metemos
al horno a 180º, 25 minutos, transcurrido este tiempo bajamos el horno a 160º y lo dejamos 25 minutos más.
El tiempo es siempre orientativo, tras los primeros 25 minutos debemos pinchar con un pincho de brocheta, para verificar el punto de cocción.
Si no está hecho pero se empieza a tostar la parte superior, lo tapamos con papel de aluminio.
Transcurrido ese tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar.
Una vez frío, desmoldamos, realizamos el almíbar calentando el agua y el azúcar durante 5 minutos, añadimos
un chorrito de ron, abrimos el bizcocho por la mitad y empapamos el bizcocho con este almíbar con ayuda de una cuchara.
Untamos el bizcocho con la mermelada tamizada o pasada con la batidora, y tapamos con la otra mitad del bizcocho.
Para realizar la cobertura, calentamos la nata hasta que empiece a hervir, retiramos del fuego y añadimos el chocolate
cortado en trocitos y la mantequilla, removiendo con una cuchara de madera hasta que se deshagan todos los ingredientes.
Ponemos la tarta encima de una rejilla, colocando un plato debajo de la rejilla, cubrimos la tarta con el chocolate,
con ayuda de un cazo y asegurándonos que se recubra completamente. Cuando esté listo la pasamos al plato o bandeja donde se vaya
a servir y lo metemos en la nevera para que se endurezca el chocolate, cuanto más tiempo lo dejemos en la nevera más duro estará.
Yo os recomiendo dos o tres horas...
Vía: mundorecetas.com
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